No lo ves, pero…
Ozono, benceno, NOx, ácaros, polen… son muchos los agentes contaminantes existente en el ambiente que amenazan nuestras vías respiratorias, por lo que se hace indispensable el filtro de habitáculo o polen. Atrás quedaron los tiempos en los que este componente era exclusivo de vehículos de alta gama, habiéndose convertido en un elemento habitual.
Un filtro saturado ocasiona una falta de caudal de aire y un rápido empañamiento de la luna de parabrisas, lo que hace necesario su sustitución. Su duración depende del entorno de utilización del vehículo, siendo recomendable al menos, su examen en cada operación de mantenimiento.
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