El airbag es el sistema de seguridad pasiva que más vidas salva después del cinturón de seguridad.

Su eficacia sólo es posible al combinarlo con el cinturón de seguridad, es así hasta tal punto que el sistema del control de airbag (el que hace que se despliegue la bolsa en el momento exacto) se diseña de acuerdo con toda la dinámica asociada al cinturón. Cuando se tiene una colisión, se tiene en cuenta el punto exacto en el que el cuerpo es retenido por dicho sistema y el airbag se despliega en el preciso instante en el que maximiza su función.

El dato más importante para que se despliegue o no el airbag, es la deceleración sufrida en una colisión. El airbag no salta cuando el coche se daña, tampoco lo hace dependiendo de la velocidad a la que se circule.

La velocidad a la que sale el airbag del coche es enorme, se estima que sobrepasa los 250 Kms/ h, el proceso completo de la bolsa (que no se llena de aire, sino de nitrógeno) dura tan solo unas pocas centésimas de segundo. Por ejemplo, un airbag frontal se dispara aproximadamente al cabo de 30 milésimas de segundo de producirse el impacto, unas 50-60 milésimas de segundo después, la cabeza del conductor ya impacta contra su airbag; la del ocupante lo hace 10 milésimas de segundo más tarde.

Es muy difícil que se de la circunstancia de que un airbag se despliegue por error. Se han dado casos, pero son muy, muy raros… Este sistema salta cuando se produce una colisión o cuando los parámetros de deceleración cruzan un cierto umbral esté o no el cinturón de seguridad abrochado, aunque como escribimos al principio no actuaría de manera eficiente. Es más podría provocar lesiones, siempre hay que abrocharse el cinturón de seguridad para que estos elementos de seguridad actúen lo más eficientemente posible. Para tal función fueron diseñados, salvar vidas.