Neumáticos, sistema de frenado, elementos de suspensión deben tenerse en cuenta en las revisiones.
Durante el pasado mes de abril el número de accidentes mortales superó la cifra registrada en el mismo mes en 2016 y, aunque la cifra general en lo que llevamos de año es menor con respecto al mismo periodo en el pasado ejercicio, hay que señalar la importancia que tiene realizar un adecuado mantenimiento a los vehículos, lo cual evitaría el 90% de estos siniestros.
La DGT viene advirtiendo que la edad de los coches incide de forma notable en el índice de siniestralidad en la carretera. El estallido de la crisis hace unos años ha provocado un paulatino envejecimiento del parque automovilístico. Sin embargo, el inicio de la salida de la misma está permitiendo un mayor número de desplazamiento pero con vehículos antiguos con menos sistemas de seguridad.
Por todo ello, y dada la proximidad de la temporada estival, es importante recordar qué aspectos son claves para un correcto mantenimiento en coches que superan los diez años. Así como los elementos de seguridad pasiva del vehículo, incluyendo airbag y pretensores. Es fundamental la revisión de los neumáticos, reparando no sólo en su estado, sino también en la presión y antigüedad. La enseña recomienda el cambio cada 5 años o 50.000 km, como máximo.
Asimismo, deben revisarse las articulaciones elásticas de la suspensión, el sistema de frenado y ABS. A esto se unen las ópticas delanteras como traseras es esencial, ya que, con el paso del tiempo, el plástico se vuelve opaco y pierde luminosidad.
También hay que comprobar el estado del limpiaparabrisas, pero no hay que olvidar, subraya la compañía, el parabrisas o luna delantera donde se acumulan picotazos que pueden afectar a una correcta visibilidad.
Ante la proximidad del calor también conviene revisar el sistema de ventilación del habitáculo. La falta o mala renovación del aire influye en la calidad del aire que respiramos, pudiendo incrementar el riesgo de fatiga.