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Qué hacer si nos sorprende un incendio al volante

No conducir a favor del viento ni hacia zonas altas de montaña, entre las principales recomendaciones para evitar verse envuelto en un incendio al volante.

Saber cómo reaccionar es una de las claves para afrontar este tipo de situaciones. Por eso, merece la pena analizar las medidas para evitar verse implicado en uno de ellos, así como los consejos a seguir en caso de encontrarnos con un incendio en carretera. Tanto el propio fuego que origina como el humo que genera son dos claves que permiten detectar la presencia de un incendio. Normalmente, ambos se ven desde la distancia, por lo que si la trayectoria a seguir nos dirige hacia él, la recomendación pasa por dar la vuelta y buscar una ruta alternativa. Además, ante la proximidad de fuego se recomienda no conducir hacia zonas altas de montaña. El fuego suele propagarse hacia esa localización. No circular a favor del viento ya que el incendio se extenderá siempre en esa dirección, encender los faros y las luces de emergencia, el humo disminuye la visibilidad, por lo que, el alumbrado del vehículo ayudará a ser vistos por otros conductores que, además, entenderán la alerta sobre un peligro inminente. Llamar al 112 para alertar a los servicios de emergencia.

Más del 80% de los incendios forestales se originan por culpa del ser humano. De ellos, un 30% se deben a descuidos o negligencias, también al volante. Los mayores riesgos se originan por arrojar a la vía cigarrillos mal apagados, cristales que provocan el efecto lupa o basura que se acumula en las cunetas y ayuda a propagar el fuego. Comportamientos como arrojar un objeto por la ventanilla se considera una infracción grave que se sanciona con una multa económica de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné de conducir. Se aplica tanto si el objeto arrojado es una colilla como cualquier otro. Qué hacer (y qué no) ante un incendio:

Ante todo:

•Mantener la calma y analizar la situación.

•No atravesar nunca una zona con llamas o humo muy denso.

•No abandonar el vehículo para huir a pie. Si es posible circular, es más seguro que abandonar el coche. Pese a la creencia popular, el depósito de combustible aguanta mucho más tiempo que el cuerpo humano ante el calor de un incendio. Dentro del coche, las ventanillas deben estar cerradas y el sistema de ventilación desconectado para evitar la entrada de humo que dificulte la respiración en el habitáculo.

•Disminuir la marcha, esperar a que el humo se disipe y buscar un lugar seguro en el que parar y apagar el vehículo. Lo ideal es hacerlo en una zona en la que ya no exista riesgo de nuevos focos, como en las zonas sin vegetación. También en las que ya han ardido, pero se debe tener cuidado porque la temperatura residual puede ser elevada.

•Cubrir las vías respiratorias con un pañuelo y escapar en dirección contraria al viento (para ello, basta con prestar atención a la dirección del humo) en caso de tener que abandonar el coche por bloqueo de la vía y proximidad de las llamas, o porque así lo ordenan guardia civil, bomberos o agentes forestales. En caso de contar con mantas u otras prendas de lana o algodón, se recomienda cubrir el cuerpo para prevenir lesiones por la propia radiación calorífica del incendio. Por el contrario, se debe evitar cualquier tejido sintético o mochilas de dicho material, porque su facilidad para arder puede provocar quemaduras

•Obedecer siempre las indicaciones de las fuerzas de seguridad.

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