Mantener los fusibles en buen estado salvaguarda la salud del sistema eléctrico.
El actual nivel de electrónica en los vehículos está haciendo cobrar importancia a elementos de almacenaje de energía como las baterías, con modelos nuevos cada vez más eficientes. Del mismo modo, cobra una mayor importancia la función de seguridad que ejercen los fusibles.
Los fusibles del coche son los encargados de proteger los elementos eléctricos y electrónicos del vehículo. Se encargan de evitar que estos componentes (luces, radio, elevalunas, cierre, etc) se dañen si se da una corriente excesiva.
Si se da el caso, los fusibles cortan su señal rompiéndose para evitar el flujo de electricidad, por lo que llegado el caso, hay que cambiarlos. En algunos casos, son un quebradero de cabeza para los profesionales que deben buscar cuál es el fallo determinado del vehículo que están reparando.
Al cortar la corriente, y dependiendo de su funcionalidad, hay partes y sistemas del coche que salvan de sufrir grandes averías. Es el caso del motor de arranque, el climatizador o la bomba de combustible. Es recomendable revisar su estado de vez en cuando, ya que si no realizan su cometido, no solo estos componentes se verán afectados, sino que es posible que ante una corriente excesiva se produzcan pequeños incendios. Lo mismo ocurre si al sustituirlo se utiliza un fusible con un amperaje más alto que el indicado.
Tras cambiar los fusibles, si se funden varios seguidos, puede ser un indicativo de que hay una avería en el sistema eléctrico del vehículo porque la intensidad de corriente que está llegando es mayor de la que debería.