Es una operación sencilla, pero imprescindible para mantener el motor en buen estado.
El filtro de aire del motor es uno de los elementos más baratos del coche, pero también uno de los más esenciales, ya que garantiza los niveles ideales de consumo de combustible y emisiones contaminantes. Su revisión y cambio es una operación muy común en los talleres, por lo que no está de más recordar algunos aspectos sobre su sustitución.
Recalcar la importancia de cambiar el filtro de aire en los plazos determinados por el fabricante, estos suelen oscilar entre 15.000 ó 20.000 kilómetros, revisar más a menudo si se circula por atmósfera con mucho polvo y, si es necesario sustituir. No hacerlo puede afectar al buen rendimiento del coche y acortar la vida útil de otras piezas.
Si el filtro de aire está sucio, se reduce la entrada de aire en el motor. Además, la admisión de suciedad perjudica la combustión.
¿Cómo se puede saber si el filtro está saturado?
Pérdida de rendimiento, subida del consumo alto, fallos del motor son señales de que el filtro pudiera estar demasiado sucio o deteriorado.
En ese caso, la reparación es sencilla. Basta con reemplazarlo por uno nuevo. Sustituir el filtro de aire del motor es una tarea fácil, aunque siempre es preferible que la realice un profesional para evitar problemas derivados de un montaje incorrecto.
Siempre que se sustituya, es primordial montar un filtro de calidad, respetando las especificaciones indicadas por el fabricante.