La llegada de las bajas temperaturas acarrea una serie de pequeños inconvenientes a la hora de coger el coche. Afortunadamente, algunos tienen una solución muy sencilla. Este es el caso de la condensación que se forma en los cristales de nuestro vehículo, sin embargo, desempañar los cristales del coche resultará muy fácil con estos consejos:

¿Cómo conseguir que la condensación desaparezca de los cristales?

La medida más acertada para eliminar el vaho es enviar aire caliente a la zona empañada. El aire seca la humedad de la zona del interior del vehículo.  Tanto el aire frío como el aire caliente funcionan para eliminar la condensación, sin embargo, será más efectivo el aire caliente, al poder albergar más vapor en su interior y retirar más velozmente el agua que se encuentra en el cristal.

Contra la condensación utiliza el aire acondicionado.

Si queremos aumentar todavía más la efectividad a la hora quitar el empañamiento, debemos de combinar el aire caliente con el aire acondicionado, a pesar de que esto parezca una contradicción. El motivo es que el aire acondicionado posee un sistema que reduce la humedad, agilizando el proceso. En este sentido, debemos de recordar que no podemos activar el botón de recirculación del aire (básico durante el verano), porque resulta desfavorable para el proceso.

Lo que nunca debemos de hacer para quitar el vaho de lo cristales es limpiarlo con un trapo, o peor aún, con la mano. Esta solución hace desaparecer la condensación momentáneamente, pero el problema reaparece a los pocos minutos. Además, el polvo acumulado se agita y surgirán manchas cuando desaparezca la condensación.

Otro factor a tener en cuenta es que la condensación aumenta cuanto mayor sea el número de personas en el habitáculo. Si, por ejemplo, entramos cuatro personas en el coche y está lloviendo, es probable que el vaho se empiece a acumular rápidamente. Es aconsejable abrir las ventanas para evitar que la condensación sature las lunas y conectar el aire caliente hacia el parabrisas, aunque el cristal no esté todavía empañado.