Ejes de ruedas, neumáticos y suspensión son los defectos más habituales que se detectan en la ITV.
La comprobación y correcto funcionamiento del sistema de suspensión puede ahorrar más de un susto en carretera. Un amortiguador o un muelle en mal estado puede provocar que el vehículo tenga una baja adherencia en las curvas, aumentar la distancia de frenado o derivar en la pérdida de la dirección del vehículo.
POR TIPO DE VEHÍCULO
Los furgones y camiones de menos de 3.500 kg son en los que más defectos graves tienen en el sistema de suspensión. Le siguen los autobuses y, en tercer lugar, están los turismos. Los vehículos agrícolas son los que mejor tienen el sistema de suspensión.
En el caso de amortiguadores, el desgaste es progresivo, por lo que es difícil diferenciar durante la conducción si estos deben ser sustituidos por unos nuevos. Sin embargo, existen algunas pautas para su detección:
- Uno de los síntomas de este desgaste es que el vehículo tendrá un rebote excesivo. Una de las formas más sencilla de confirmar este problema, en aquellos vehículos en los que es posible realizarlo, como los turismos, motocicletas y algunas furgonetas, es «empujar» hacia abajo la carrocería del vehículo en cada una de las ruedas y, si los amortiguadores están en buen estado, el vehículo debería recuperar su posición original sin ningún tipo de rebote.
- Por otro lado, los baches y las curvas son los acontecimientos en los que el sistema de suspensión recibe un mayor estrés. Si al pasar por ellos, se escucha algún tipo de ruido extraño o un efecto de oscilación del vehículo, no se puede dejar pasar.