Esta innovación reduce el consumo de combustible hasta en un 13% y puede aumentar la potencia del motor, según el proveedor.
«Incluso los avanzados motores de gasolina derrochan cerca de una quinta parte de su combustible». Especialmente a altas velocidades del motor, parte de la gasolina se utiliza para la refrigeración en vez de para la propulsión. Con su nueva inyección de agua, Bosch quiere acreditar que «no tiene por qué ser así».
«Con nuestra inyección de agua, se demuestra que el motor de combustión todavía guarda algunos ases bajo la manga», asegura el presidente del área empresarial Mobility Solutions «El ahorro de combustible que ofrece esta tecnología se pone especialmente de relieve en los motores de tres y cuatro cilindros», detalla.
Por otro lado, Bosch añade que la nueva inyección de agua incrementa, además, la potencia de los vehículos. «La inyección de agua puede ofrecer un plus de potencia a cualquier motor turboalimentado». Sobre esta base, los ingenieros pueden proporcionar una energía adicional fuera del motor, incluso en los potentes coches deportivos», indica.
Según la compañía, la base de esta tecnología del motor está fundamentada en que «un motor nunca debería sobrecalentarse». Para evitar que esto ocurra, se inyecta combustible adicional en casi todos los motores de gasolina que circulan por las carreteras de hoy en día. Este combustible se evapora, refrigerando partes del bloque motor.
Con la inyección de agua, justo antes de que el combustible se inflame, se inyecta una fina película de agua en el colector de admisión. El elevado calor generado durante el proceso de vaporización del agua significa que se ha producido una refrigeración eficaz.
El depósito compacto de agua destilada que suministra este sistema de inyección sólo tendría que ser rellenado «tras algunos miles de kilómetros (cada 3.000 kilómetros, como promedio)»