Este vídeo nos muestra cómo mantiene al líquido refrigerante a una temperatura óptima que oscila entre 90ºC y 105ºC.
El exceso de temperatura en un motor es, junto a la falta de lubricación, la principal causa de averías que lo llevan a la casi su destrucción. Por ello es necesario evitar que suba por encima de los 110ºC.
Sin embargo, una temperatura baja tampoco es beneficiosa, un motor frío conlleva a un prematuro desgaste, un mayor consumo de combustible con el consiguiente exceso de contaminación. Por tanto, necesitamos mantenerla dentro de un rango de trabajo que oscile entre 90 y 105ºC.
Para ello, se emplea el termostato que posibilita mantener la temperatura del líquido refrigerante dentro de su valor óptimo.